Las principales recomendaciones derivadas de esta consulta son:
Fomentar la comunicación basada en los derechos y la atención compasiva
La comunicación respetuosa y transparente con las personas y sus familias es esencial para una asistencia de salud mental de calidad, junto con la necesidad más general de tratar a las personas con dignidad y compasión. La atención empática es un factor crítico para motivar a las personas a buscar ayuda voluntariamente y a comprometerse de buen grado con el tratamiento y la atención. El consentimiento informado en todos los aspectos de la atención es una forma importante de garantizar que el respeto de la autonomía y los derechos siga siendo fundamental en los sistemas de salud mental. Una forma de lograrlo es establecer una sólida colaboración entre psiquiatras, personas con experiencia de vida y cuidadores familiares e informales. La legislación nacional, las políticas de los proveedores de servicios y la desestigmatización de las enfermedades mentales en los medios de comunicación también son vías importantes para el cambio.
Mejorar la formación y la educación
La mejora de la formación de psiquiatras y profesionales de la salud mental es vital para aplicar alternativas a la coacción. Todos los grupos de consulta pidieron una mejor formación sobre el trato respetuoso, la atención basada en el trauma, ejemplos de alternativas a la coerción que hayan tenido éxito y un intercambio de información más exhaustivo con las personas con experiencia de salud mental y sus familias. Se identificaron como necesidades clave el apoyo familiar, el autocuidado, la comunicación efectiva y una mayor concienciación sobre los riesgos sustanciales de la coacción. Los testimonios de personas con experiencias vividas y de familiares demostraron que estos riesgos incluyen traumatización, erosión de la confianza en los profesionales sanitarios, evitación del tratamiento, lesiones físicas duraderas y muerte.
Revisar los protocolos para garantizar que no se recurre a la coerción por defecto.
Los protocolos existentes en materia de salud mental necesitan una revisión exhaustiva, haciendo hincapié en el abandono de la coerción como enfoque por defecto. Dar prioridad al tratamiento voluntario frente a la coerción es un objetivo común a todos los grupos de partes interesadas consultados.
Fomentar la colaboración y el apoyo entre iguales
Los participantes en la consulta abogaron por programas de apoyo entre iguales y por la colaboración entre psiquiatras, profesionales de la comunidad y familias. Destacaron el valor de las diversas perspectivas a la hora de diseñar, aplicar y evaluar el tratamiento y los cuidados. La importancia de escuchar a las personas con experiencias vividas y de implicar a trabajadores de apoyo entre iguales para reforzar las redes de apoyo es fundamental, implicando a la familia y a los cuidadores cuando así lo desee la persona con la que se está tratando.
Promover la prestación de una atención que tenga en cuenta los traumatismos
Personas y organizaciones de todos los grupos de consulta reclaman que se aborden los traumas y se evite su retraumatización durante el tratamiento de salud mental.
Diversificar la comprensión del tratamiento y la atención de salud mental
Las personas y organizaciones de todos los grupos de consulta reconocieron la existencia de diversas perspectivas y visiones del mundo sobre las causas y el tratamiento de las enfermedades mentales. Los encuestados mostraron interés por complejificar la prestación de tratamientos y cuidados más allá de los modelos médicos convencionales y la excesiva dependencia de los fármacos y la hospitalización. Esto indica la importancia de ampliar la investigación para comprender mejor lo que funciona cuando se trata de ofrecer tratamiento y atención de alta calidad sin coerción en una variedad de entornos y situaciones diferentes.